La música y la danza en tiempos de la Constitución de Cádiz

Ilustradas armonías, ritmos castizos - el templo

La música religiosa de este periodo, como decíamos arriba, fue permeable a las corrientes de renovación que se aprecia en los géneros teatral, sinfónico y camerístico. También en el templo la música se hace eco de los acontecimientos civiles mediante obras de circunstancias para ciertas celebraciones puntuales —un ejemplo paradigmático sería el Te Deum que Nicolás Zabala, maestro de capilla en la catedral de Cádiz, escribe en esta ciudad en 1812—. Entre los maestros del momento sobresalen nombres como José Lidón y Rodríguez de Ledesma en la real capilla, Pedro Aranáz en la catedral de Cuenca, Francisco Queralt en la de Barcelona, Melchor López en Santiago, Domingo Arquimbau en Sevilla, Manuel José Doyagüe en Salamanca, Nicolás Ledesma en Bilbao, además de organistas como Guillermo Ferrer en las Descalzas Reales y Joaquín Asiaín en San Jerónimo el Real de Madrid, entre otros muchos; músicos todos ellos educados en una época en la que la música servía a la liturgia aún con todo su esplendor, y que vieron cómo las capillas, a medida que avanzaba el siglo, se fueron empobreciendo por la guerra y las sucesivas desamortizaciones.

 Villancicos constitucionales, para cantar la noche buena del primer año de la libertad española de 1820
Villancicos constitucionales, para cantar la noche buena del primer año de la libertad española de 1820
[s.n.]: Imprenta calle Bordadores, 1820. Biblioteca Histórica Municipal (Madrid). F 8242