Compositor y maestro de capilla. Carecemos de información acerca de su biografía al margen de la capilla de música de Plasencia (Cáceres). Con él que concluye la serie de maestros que durante más de tres siglos dirigieron la vida musical pacense (los posteriores simultanearían conjuntamente los cargos de maestro de capilla y organista).
Pese a los problemas que hubo de afrontar, ya que la capilla musical prácticamente desapareció tras la guerra de la Independencia, se sabe que trabajó con entusiasmo en la formación de cantores e instrumentistas, especialmente de arco, contando con algunos intérpretes tan cualificados como Carlos de Oudrid (cuyo apellido haría famoso su hijo Cristóbal) y legó al archivo catedralicio un nutrido catálogo de obras religiosas, preferentemente acompañadas de orquesta, en las que hace gala de un conocimiento nada común de la técnica concertante al servicio de una imaginación fecunda. Con don Francisco de Paula Trujillo se extingue en la Catedral de Badajoz el cargo de maestro de capilla, quedando adjunto al de organista.
En el archivo de la catedral se conservan seis composiciones suyas, tres Misas a 3 y 4 voces, y tres himnos: Tantum ergo, Genitori, y Taedem animam meam.