La música y la danza en tiempos de la Constitución de Cádiz

Indalecio Soriano Fuertes (1787 - 1851)

Compositor y profesor. Nació en Cella (Teruel) el 12 de noviembre de 1787. Destinado desde niño a la carrera eclesiástica, recibió las primeras órdenes en 1805, si bien nunca llegaría a recibir las mayores. En la capilla de música de la catedral de Teruel se inició musicalmente junto al maestro de capilla Antonio Gómez. Con 17 años opositó y obtuvo la plaza de maestro de capilla y organista en la colegial de Santa María de Calatayud. En 1808, ante la invasión francesa, es nombrado teniente capitán de los Tercios de Teruel y participa en la defensa de Zaragoza. Más tarde, entra en el ejército como músico mayor en Valencia, donde compuso una Batalla. En 1811 se encargó de la enseñanza del colegio de seises de San Leandro de la catedral de Murcia hasta 1814, donde más tarde ocuparía la plaza de organista. Allí se conserva buena parte de su producción musical.

En 1830 su trayectoria da un giro cuando se presenta a la plaza de maestro de la Real Capilla; no obtiene el puesto por no tener la condición sacerdotal, pero si la plaza de "compositor de la cámara" del rey Fernando VII, por lo que se traslada a Madrid. Sin embargo esa plaza se extingue en 1835, dedicándose a partir de entonces a la enseñanza. Soriano falleció en Madrid el 21 de agosto de 1851.

Escribió numerosas obras teóricas, entre ellas, un Método de Armonía y Composición que según algunas fuentes tuvo una importante repercusión en los músicos posteriores. Colaboró además en publicaciones como El Anfión Matritense.

Las obras de Soriano se conocen a través de Barbieri, quien en su Legado, hace la relación de las mismas del archivo del compositor. Destaca la producción religiosa: misas, oficios, himnos, lamentaciones, salmos y villancicos, pero también obras orquestales y de cámara.

Fue padre del compositor Mariano Soriano Fuertes y maestro entre otros de Barbieri y Fernández Caballero. Participó como perito —su dictamen fue impreso en 1843— en un pleito de Ramón Carnicer, el famoso operista catalán, contra los herederos del banquero Sanfont que no querían pagar el presupuesto musical de los funerales del banquero y de la composición expresa de una Misa de Requiem del propio Carnicer.